Agosto de 2023 marcó un hito significativo en el panorama económico de América Latina, específicamente en Guatemala, con la recepción de USD$1,773 miles de millones en remesas familiares. Este monto representa un aumento del 8% en comparación con agosto de 2022, y es superado únicamente por mayo y junio de este mismo año, consolidando así el papel crucial que juegan las remesas en la región y el impresionante crecimiento que han tenido durante el 2023.
El flujo de remesas a América Latina continúa siendo afectado por los constantes movimientos migratorios, nuevas políticas, aumentos en las tasas de interés y un cambiante mercado laboral en Estados Unidos, pero aún sobre esta mezcla de factores se estima que los 10 principales países receptores de la región se proyecten a experimentar un crecimiento del 9% en 2023 y, ante todos los pronósticos negativos que se generaron a inicio de año sobre un posible decrecimiento, se estaría generando un volumen anual en conjunto que asciende a 143.000 millones de dólares según cifras presentadas por Inter-American Dialogue’s Migration, Remittances, and Development Program a inicios de septiembre.
Las remesas siguen siendo una fuente esencial de ingresos para América Latina, representando aproximadamente el 20% del Producto Interno Bruto (PIB) en Centroamérica y un 3.8% en el caso de México. Este flujo constante de capital desempeña un papel vital en la estabilidad económica de nuestros paisanos en Estados Unidos y la mitigación de la pobreza en muchos países latinoamericanos, siendo esta última incentivada por la necesidad constante de apoyar a sus familias en sus países de origen.
El Componente Demográfico
Un elemento clave para entender el contexto de las remesas en América Latina es la composición demográfica de la población latina en los Estados Unidos. Según el censo realizado en 2020 por Oficina del Censo de los EE.UU, la población hispana tenía una edad media de 30 años en comparación con la población no hispana, que tenía una edad media de 41,1 años en el momento del censo, esto podría generar en solo unas décadas que la población estadounidense enfrente un envejecimiento de la población tal como se evidencia actualmente en algunos países de Europa.
Esto significa que la población hispana es considerablemente más joven, económicamente activa y en muchos casos en la formación de una familia independiente, lo que puede tener implicaciones significativas para las remesas. Es importante analizar esta información de comunidades en Estados Unidos y su vínculo continuo con sus raíces culturales y familiares en América Latina a través de las remesas.
En resumen, las remesas familiares continúan siendo un pilar económico en América Latina, y su crecimiento en 2023 refleja la importancia de esta fuente de ingresos para la región. Se debe seguir de cerca el impacto de las olas migratorias de los últimos meses pues sin duda será un factor clave en el desarrollo de los comportamientos macroeconómicos de los últimos 3 meses del año.
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